El infraseguro existe y es un problema que a menudo sufren las comunidades de propietarios

La palabra no suena muy bien y con razón, el infraseguro puede dañar nuestro bolsillo. A menudo se cometen errores a la hora de tasar los bienes que queremos asegurar, o puede que se establezca un precio inferior pensando que así la cuota será menor. Craso error, ya que si alguna vez requieres de la indemnización, lo más probable es que la aseguradora te pague menos de lo que esperas. Hablamos de infraseguro cuando la suma asegurada es inferior al valor real del bien asegurado. También podría darse a la inversa y se produciría un caso de sobreseguro, aunque es menos común.

La regla proporcional

Uno de los ámbitos en los que más afecta es en los seguros de hogar, comunidades y negocios. Para entenderlo mejor, debemos hablar de la regla proporcional por la que se rigen las pólizas. La aseguradora te cobra un precio que es el valor del riesgo al que está expuesto el bien asegurado. Si tienes tus joyas, ropas o obras de arte aseguradas, existe el riesgo que te las roben o las pierdas en un incendio, por ejemplo. Para fijar el precio de la cobertura, se calcula la probabilidad de que estos riesgos ocurran y se multiplica por el valor de los bienes que has asegurado. Si tus joyas están valoradas en 6.000 euros y la aseguradora cree que el riesgo es de un 0’2%, se te cobrarán 12 euros de prima.

El problema sucede cuando el cliente valora el contenido por debajo del valor real. Siguiendo con el ejemplo anterior, pensemos que hemos dicho 6.000 euros pero se te ha olvidado incluir el anillo de prometida de tu abuela con un diamante valorado en 3.000 euros. En realidad, el conjunto de las joyas asciende a 9.000 euros. Si, por desgracia, un día entran a robar en tu casa y se lo llevan todo (anillo de la abuela incluido), la aseguradora aplicaría la regla de la proporcionalidad. Tú declaraste un valor un tercio menor al real, así que eso es lo que va a pagar el seguro por tus joyas.

Infraseguros en las Comunidades de Propietarios

En el caso de los edificios, pueden darse dos posibilidades, una es quedarse corto al calcular el valor del bien asegurado, así que mejor tirar por lo alto o contar con peritos y tasadores profesionales. La segunda es que aseguremos menos metros cuadrados de los que en realidad tiene la comunidad, no debemos dejarnos fuera las zonas ajardinadas, piscina, garaje, trastero y demás espacios comunes.

A veces, por querer conseguir una póliza más económica se tira por lo bajo y ahí está el error. Si hemos infrasegurado el edificio y, por lo que sea, sufre algún daño o percance, el seguro aplicará la regla proporcional antes comentada y solamente cubrirá el siniestro en correspondencia con el porcentaje asegurado. Imaginad que un incendio lo arrasa todo pero, por “error” se olvidó incluir el valor de la maravillosa área ajardinada con piscina comunitaria. El seguro se hará cargo de los daños pero puede que la indemnización no llegue para volver a plantar césped e instalar el sistema de riego automático.

Por eso es tan importante estar bien informados y consultar a profesionales en seguros para comunidades antes de tomar una decisión. Es bien cierto de que lo barato sale caro.