Si lo miramos desde un punto de vista de responsabilidad, compromiso y tiempo, muchas personas tienden a pensar en la función del presidente de comunidad de vecinos como una obligación incómoda. Sin embargo, otras lo toman como una oportunidad de acometer y resolver mejoras y aspectos que, a menudo, se vienen arrastrando por una mala gestión o por la incapacidad de llegar a acuerdos.

El hecho es que gran parte del mérito de que haya una buena relación entre los vecinos y una fluidez en la gestión de los problemas que atañen a la comunidad está en manos de tu labor como presidente.

Consideramos que, siendo una función obligatoria e irrenunciable (salvo en casos excepcionales), quizás lo más conveniente es desarrollarla con buena disposición; trata de favorecer que las cosas necesarias para tu comunidad se lleven a cabo con la mayor diligencia.

Qué ventajas tiene ser presidente de tu comunidad

Si piensas en ventajas que puedan favorecerte personalmente, no las busques porque te aseguramos que el cargo no las tiene. Sin embargo, cuentas con un año entero para poder realizar muchas cosas interesantes.

Acometer aquellas soluciones que siempre habías estado esperando

Como vecino has visto muchas veces que ciertas cosas que tú y otros convecinos considerabais de importancia se han ido posponiendo. Es el momento de volverlas a proponer e intentar conseguir el apoyo mayoritario de la junta. No hay que olvidar que es esta la que realmente otorga al presidente la capacidad de aplicar el presupuesto a las medidas que se deciden.

Mejorar los presupuestos de comunidad como los seguros multirriesgo de edificios

Muchas veces, en tu situación de copropietario, has contemplado gastos que podían ser mejorados, favoreciendo una reducción de las cuotas comunitarias o posibilitando una disponibilidad mayor de fondos presupuestarios.

Algunas de estas cosas, como los seguros de comunidades de edificios, pueden ser mejoradas en sus garantías y en sus costes sin ningún tipo de inversión. Otras requieren una inversión que muchas veces es amortizable en un corto plazo o que suponen una mejora en la calidad de vida. Por ejemplo, el cambio de una caldera o la sustitución de la iluminación por elementos de bajo consumo.

Solucionar y evitar conflictos entre vecinos

Uno de los papeles importantes de un buen presidente de comunidad es el de aunar voluntades. Sabemos que a menudo surgen conflictos derivados de la convivencia o incluso de las propias decisiones de comunidad en las que unos se sienten perjudicados respecto a otros. También aquellos casos en los que hay que dilucidar si la responsabilidad de un daño a la comunidad corresponde a un vecino o ha de ser cubierta por el seguro multirriesgo de edificios que ha de tener tu comunidad.

Solventar estos problemas adecuadamente hace que la convivencia sea mucho mejor y que los acuerdos entre vecinos no se bloqueen por posiciones enconadas.

Posibilidad de gestionar subvenciones

Muchas mejoras pueden beneficiarse de subvenciones y hay que aprovechar el momento para acometerlas. Un buen administrador de la comunidad, con el que te aconsejamos que te mantengas siempre en estrecha colaboración en estos y otros muchos aspectos, podrá facilitarte, sin duda, las ayudas que estén en vigor durante tu mandato.

Estas pueden afectar a cuestiones tan variadas como rehabilitación de fachadas, la adaptación del edificio a las normas establecidas de accesibilidad para discapacitados o cuestiones energéticas, entre otras. Aspectos siempre importantes que, si se dejan pasar, pueden perderse, teniendo que acometerlos luego sin ayudas.

Te aconsejamos que abordes tu año como presidente de la comunidad con mentalidad positiva, así podrás beneficiarte de las mejoras que consigas y al mismo tiempo beneficiar a tu comunidad. Haz una buena gestión y aprovecha tu mandato.

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