España se recupera del temporal vivido estos últimos días pero ahora toca hacer balance de los destrozos que haya causado la dana y reclamar al seguro

Después de la tormenta siempre llega la calma, o eso dicen. Pero lo cierto es que después de la tormenta, o de cualquier desastre meteorológico, lo que procede es evaluar los daños y actuar en consecuencia. Y allí es donde cobra protagonismo el seguro o, si corresponde, el Consorcio de Compensación de Seguros. Pero empecemos por el principio.

Esta semana la mayor parte de España se ha visto afectada por la entrada de una Depresión Aislada en Niveles Altos, también denominada DANA. La consecuencia han sido lluvias torrenciales, chubascos y tormentas que han puesto a más de 16 provincias en alerta por riesgo amarillo o riesgo importante (naranja) según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

En zonas como Valencia, Alicante, Castellón Murcia y Baleares llegaron a caer hasta 40 litros por metro cuadrado en una hora. Tampoco se libraron las grandes ciudades como Barcelona y Madrid. La consecuencia han sido calles anegadas, garajes y locales inundados, daños por agua y goteras en edificios, coches arrastrados por la corriente…etc. Un conjunto de desperfectos por los que “alguien” debería responder.

¿Qué es la DANA y por qué no llamarla ‘Gota Fría’?

Como decíamos, la DANA es la entrada de una masa de aire frío en el núcleo de la atmósfera que se encuentra o “choca” con el aire caliente de la superficie. También se conoce como gota fría aunque desde AEMET aconsejan el acrónimo dana para hacer referencia a este fenómeno. La gota fría es un concepto más coloquial y amplio ya que podría referirse a cualquier situación meteorológica que conlleve lluvias intensas y/o efectos desastrosos,  sobre todo en la zona mediterránea y en otoño. “Mientras una dana sufre un proceso de ondulación, separación, ruptura y aislamiento y tiene una circulación intensa, la gota fría se basa en el núcleo de temperatura fría de la depresión cerrada” apuntan los expertos.

¿Cómo actuar ante daños por fuertes lluvias?

Llegamos al punto clave, puede que las inclemencias del tiempo se hayan cebado con alguna de tus propiedades y estés sufriendo las consecuencias.

Hemos visto en las noticias coches que sucumbían a calles transformadas en ríos. Si tu vehículo se ha visto afectado por las lluvias intensas, debes saber que por lo general el seguro de coche no se hace cargo de ese tipo de percances a no ser que esté asegurado a todo riesgo. Revisa bien las coberturas contratadas porque puede que no se hagan cargo de desastres naturales. Si no lo contrataste, tranquilo, todavía queda la opción de reclamar al Consorcio de Compensación de Seguros (CCS).

Le corresponde al Consorcio responsabilizarse de riesgos extraordinarios como inundaciones y vientos de rachas superiores a 120 km/h, entre otros. Pero el CCS no cubre daños por granizo, por la caída directa de la lluvia sobre el bien asegurado, por el peso de la nieve o por vientos inferiores a los 120 km/h.

Si el granizo ha roto alguna de las lunas del coche sí que se hará cargo tu seguro de acuerdo a la cobertura de lunas que, casi siempre, contempla causas naturales. Tanto si quieres reclamar al seguro como si lo haces al CCS lo primero es notificar siempre a la compañía aseguradora, luego un perito profesional revisará y evaluará los daños y pasará el informe pertinente. A veces las aseguradoras adelantan el dinero al asegurado y se encargan de reclamarlo ellas al Consorcio.

Inundaciones y filtraciones

Sin duda, los daños más comunes son las inundaciones en bajos comerciales, viviendas, garajes o trasteros. También pueden producirse filtraciones en áticos , entrando por azoteas, tejados y terrazas. La dirección por la que entre el agua es clave. En el primer caso, cuando se cuela de abajo hacia arriba, corresponde al Consorcio, mientras que si el agua entra de arriba hacia abajo, se debe reclamar a la compañía aseguradora.

Otro factor determinante es la cantidad de agua, ya que tanto las aseguradoras como en Consorcio establecen que haya llovido un mínimo de 40 litros por metro cuadrado y hora. Para poder saber si esto es así, se consultan los datos de la Agencia Estatal de Meteorología. Si se cumplen los requisitos, puedes reclamar el coste de la reparación de los daños y la reposición de los bienes afectados, así como posibles perjuicios, si has tenido que alojarte en un hotel, por ejemplo.

Si se trata de garajes y trasteros, puede que el seguro del hogar no le ofrezca cobertura ya que sea un extra que no contrataste. Consulta si la comunidad de propietarios tiene una póliza que asuma el coste de esos daños.

¿Qué es el Consorcio y qué cubre?

El Consorcio de Compensación de Seguros (CCS) es una entidad aseguradora pública adscrita al Ministerio de Economía y Empresa a través de la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones. Tiene personalidad jurídica propia y plena capacidad de obrar, además dispone de patrimonio propio independiente del del estado, así que no depende de ningún presupuesto público. Se financia gracias a todos aquellos que contratamos cualquier seguro, de la prima se destina una parte a este fin para poder garantizar la cobertura ante riesgos extraordinarios.

Precisamente esto es lo que cubre el CCS, situaciones extraordinarias, como pueden ser los daños provocados por el terrorismo, por terremotos o por fuertes tormentas. De hecho, las inundaciones son la causa meteorológica que produce más reclamaciones ante esta institución. Para obtener más información de su funcionamiento, coberturas y procedimiento, puedes verlo en su portal web, donde, además, tienen una guía rápida de solicitud de reclamación.

Ya ves, después de la tormenta, viene el papeleo, revisar todas las  pero siempre será más fácil si te lo puede revisar y gestionar tu corredor de seguros de confianza.